Cultura

27 mayo, 2014

Adrián Suar, Actores y Aversión

Durante los últimos días surgió un debate a raíz de las declaraciones del actor y empresario Adrián Suar sobre el papel de los actores en el discurso político de la Argentina actual. La Asociación Argentina de Actores (AAA) le salió al cruce.

Durante los últimos días surgió un debate a raíz de las declaraciones del actor y empresario Adrián Suar sobre el papel de los actores en el discurso político de la Argentina actual. La Asociación Argentina de Actores (AAA) le salió al cruce.

Gasoleros de la ideología

Pocos días pasaron y muchas cosas se dijeron entre los cuatro bordes que conforman el marco televisivo. Sucede que hay pocas figuras que convoquen tanto la mirada de los televidentes como lo es el empresario, actor y dueño de Pol Ka, Adrián Suar. Los hechos se precipitaron de forma casi estruendosa. El pasado lunes, tras su éxito en la entrega de los Martín Fierro, el gerente de programación de Canal 13 estuvo de visita en el programa “El Diario de Mariana”, producto de este mismo canal. Durante la entrevista, entre varios temas, se explayó acerca del rol de los actores en la producción de discurso político y fue concluyente: “Hay actores que se la han jugado por nada y se depreciaron muchísimo. A mí me cuesta creer eso de ‘por mi ideología…’, que es una escena que se inventaron; porque que grites y te pongas así no significa que tengas la verdad…”.

Campeones de la aversión

El gremio que nuclea a los intérpretes del país, tanto de cine como teatro y televisión, es la Asociación Argentina de Actores. Este organismo está nucleado actualmente en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y está presidido por la actriz Alejandra Darín.

Al respecto, la asociación no hizo esperar su declaración: «No nos sorprenden las declaraciones de Adrián Suar, lo que no quiere decir que no nos produzcan desagrado y merezcan desde nuestro sindicato el rechazo más absoluto. Es evidente que en la balanza de sus actitudes, se reconoce más como empresario que como actor». De esta manera comienza la carta que hizo circular la agrupación, poniendo el eje en el rol del actor como sujeto político y no como mero espectador de la realidad del país, afirmando que el productor, como parte del sector empresarial, tiene “aversión” a que los trabajadores participen políticamente o tengan agrado por una ideología.

El rebote no se hizo esperar. TVR, en su emisión del último sábado, realizó una compilación de varias declaraciones de Adrián Suar, en las cuales se explicitaban sus opiniones respecto al rol pasivo que debe tomar el mundo actoral con respecto a las diversas corrientes políticas en pugna. El informe enfatizaba en el rol del titular de Pol Ka como formador de opinión, a través de los guiones de sus tiras.

La respuesta del “Chueco” no tardó en llegar. Por medio de una comunicación telefónica al programa de Mirtha Legrand, que también ocupa la grilla de programación de Canal 13, Suar realizó su descargo: «Sentí que los últimos días, salió en unos programas de televisión editado, concretamente me pareció que salió en 678. Esas son parte de mis palabras, pero en un contexto de edición se está tratando de hacer daño con un vínculo que yo tengo con los actores. Faltaba la otra hora y media… era un editado de cuatro minutos. Si en algún momento ofendí a alguien pido disculpas (…). Es una opinión, perdónenme pero es una opinión mía y como ciudadano tengo ganas de dar mi opinión. Yo dije que siento que los artistas deberíamos tener con el gobierno de turno a veces una mirada más crítica», fueron las palabras que se oyeron en el tubo de la Chiqui.

Farsantes

No es la primera vez que el empresario se ve envuelto en una polémica de estas características. Dos años atrás y tras la realización de la miniserie “El Pacto”, ficción que abordaba la historia de Papel Prensa y su espuria venta en la época de la última dictadura, se lo acusó a Suar de haber ejercido una presión contra el actor Mike Amigorena para que saliera del programa.

El actor de “Los Pells” interpretaba en la tira a un personaje inspirado en Héctor Magnetto, CEO del grupo Clarín. Luego de especulaciones varias, reflejadas en diarios y programas de TV, el actor terminó abandonando la tira. A pesar de que nunca se comprobó la efectiva influencia de Suar en su renuncia, sí es real que existió una charla entre los dos en la que el empresario expresó su disgusto con el papel del Estado en la producción audiovisual.

No es noticia que, sobre todo en ficciones populares, el rol de los gobiernos y la figura del Estado se vean, cuanto menos, pormenorizados. Desde las empleadas públicas del sketch de Gasalla hasta la invisibilización de una estructura estatal en las tiras del propio Suar, no son pocos los signos de una formación noventista en el discurso ideado para este tipo de ficciones. “Para mí es una situación difícil. Me pone tenso el Estado metiéndose en ese tipo de cosas”, fueron sus propios dichos en el programa Intrusos del canal América, señal por la que se transmitía “El Pacto”, cuando se lo consultó sobre el Amigorenagate”.

Lo que subraya la Asociación Argentina de Actores es que “Suar pretende que defendamos exclusivamente intereses particulares, que no nos importe el compañero y que no nos importe nadie más que nosotros mismos […] pretende que no tengamos pensamiento político, participación ciudadana y lo más grave, opinión».

Al respecto, la respuesta del colega devenido en patrón fue clara: “Si ofendí a alguien, pido disculpas, pero lo que yo dije y yo siento (y es una opinión, perdónenme, pero es una opinión y tengo ganas de ejercer mi opinión como ciudadano) es que los artistas tenemos que tener con el gobierno de turno una mirada más crítica. El capital que tiene un actor es muy importante para a veces entregársela a los políticos que después cambian, negocian entre ellos y los actores quedamos un poco a la deriva. Eso no significa que crea que está mal que hablen de política y opinemos”.

Fue la aparición en escena de la Ley de Servicios Audiovisuales la que encendió el debate. Su discusión obligó a actores, actrices y realizadores a sentar una posición. Siendo Canal 13 el empleador más grande y uno de los activos en pugna tras la puesta en vigencia de la ley, la participación en su grilla de estrellas como Andrea del Boca, Pablo Echarri o Florencia Peña siempre estuvieron en el ojo de la tormenta. Y es esto lo que el gremio actoral denuncia: la relativización de los trabajadores del espectáculo como algo más que mercancías o sujetos de ficción, en lugar de sujetos sociales con una opinón formada. Mal que le pese a algunos.

 

Iván Soler – @VanSoler

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