Más de 500 despidos en Quilmes y la cifra podría duplicarse

En línea con las directivas del gobierno nacional y provincial, el Intendente de Quilmes Martiniano Molina redujo considerablemente la planta de empleados municipales. Más de 500 contrataciones fueron dadas de baja, de las cuales, según las cifras oficiales, 200 corresponden a empleados jerárquicos. Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) esperan que el número trepe a mil, los cuales ya fueron comunicados de manera informal.

Según un comunicado oficial del municipio, la medida se enfoca en el denominado “personal político superior”, el cual abarca secretarios, subsecretarios, directores y asesores que llegaron hace dos años con la nueva administración. Justificando que la decisión constituirá un ahorro para las arcas municipales de “aproximadamente $100 millones”. Por otro lado, agrega que “a partir del 1º de enero se realizó una disminución de un 16% del personal mensualizado, en función de las necesidades del nuevo esquema del Gabinete municipal”.

Desde el pasado martes, los trabajadores nucleados en ATE se encuentran realizando diversas medidas de fuerza que alcanzaron el clímax este miércoles cuando se manifestaron en las inmediaciones del municipio desde donde, a fin de evitar mayores conflictos, suspendieron cualquier tipo de actividad.

En diálogo con el programa local “El Termómetro”, el secretario adjunto del gremio, Alejandro Quiñones, aseguró que “los trabajadores de Quilmes somos los trabajadores más pobres de la Provincia, nuestros sueldos están por debajo de la línea de indigencia” y agregó que “todos los secretarios nos dicen que en sus áreas ha llegado la notificación de que tienen que despedir  el 30% de cada área”, motivo por el cual desde el gremio esperan que a lo largo de la semana se confirmen otros 500 despidos más.

Sumado al conflicto, Quiñones insistió sobre la negativa de Molina a abrir las mesas paritarias y añadió que el municipio implementó “contratos basura que se renuevan cada tres meses”. Según explicó el dirigente, una vez cumplido el contrato, los trabajadores y sus familias pierden todo tipo de beneficio, incluyendo la obra social. “Estas medidas impiden que discutamos medidas de fondo, como los pases a planta permanente”, culminó.

En contraposición con el dirigente gremial, el actual secretario de gobierno, Diego Buffone, sostuvo que la decisión respecto a los despidos “es irrevocable” y disparó que “el municipio no es una agencia de empleo”.

A los despidos en las diferentes áreas municipales, se suman recortes en Hospital Oller de San Francisco Solano. Según declaró Quiñones, dos pediatras fueron despedidos junto a camilleros y enfermeras, sumando un total de 17 trabajadores,  y acusó al gobierno municipal de buscar “el cierre del hospital”. En contraposición, Buffone aseguró que “se hicieron muchas cosas en el hospital, lo que está diciendo (Quiñones) es un acting. Hay otras áreas que decían que iban a cerrar y siguen funcionando”.

El pasado martes la directora del Oller, Miriam Fumagalli, fue desplazada de su cargo por orden del subsecretario de coordinación y Atención a la Salud, Pablo Larumbe. La decisión fue tomada luego de que Fumagalli publicara una nota responsabilizando a  ‘autoridades nacionales y provinciales’ por los despidos, sin haber consultado previamente con sus superiores.

Pasado el mediodía del miércoles, cientos de trabajadores se concentraron en las inmediaciones del Palacio Municipal para pedir la reincorporación de los empleados despedidos y exigir una reunión con Martiniano Molina.