Géneros

4 octubre, 2018

Mercantilizadas y exitosas: el deseo empresarial de las mujeres del W20

Por Carla Martilotta. El W20, grupo de países que impulsa el empoderamiento económico de las mujeres, entregó a Mauricio Macri un communiqué final en el que propone medidas para impulsar la equidad de género por ser “un motor clave del crecimiento sostenible e inclusivo”. Sin embargo, algunos datos echan por tierra la proclama femenina que apunta a las «mujeres exitosas».

Por Carla Martilotta. El W20, grupo de países que impulsa el empoderamiento económico de las mujeres, entregó a Mauricio Macri un communiqué final en el que propone medidas para impulsar la equidad de género por ser “un motor clave del crecimiento sostenible e inclusivo”. En el texto, además, se remarca que dicha visión estaba en el “centro de la agenda del G20” a desarrollarse en Argentina a finales de noviembre. Sin embargo, algunos datos echan por tierra la proclama femenina que apunta a las «mujeres exitosas».

Los 15 puntos que resalta el documento responden a la lógica mercantilista de la fuerza laboral de la mujer, posicionando al feminismo en un instrumento que sigue la línea de reproducción del poder y su perpetuación en torno a las empresas. Mientras tanto, en países como Argentina el ajuste llevado adelante por el gobierno de Macri impacta directamente en la economía de las mujeres que resultan ser las primeras expulsadas del sistema laboral junto a las disidencias de género y son las encargadas de paliar en las familias la ausencia del Estado.

Como ejemplo de ello, la fundadora de She Works!, Silvina Moschini, sostuvo en el debate que “el empoderamiento empieza por la billetera: Una mujer debe poder contar con su propio dinero”, y afirmó que hoy día esto era posible gracias a la digitalización: “El trabajo remoto y flexible es una oportunidad para el mundo del empleo femenino. Nos permite balancear una carrera exitosa con la vida personal”.

Sin embargo, la premisa de la mujer emprendedora que pueda dividir las tareas entre un trabajo “exitoso” y la vida “personal” reafirma la idea de que es ella quien debe hacerse cargo de las tareas del hogar mientras allana el camino para alcanzar al hombre en puestos de liderazgo, lejos de responder a la división de tareas domésticas y quitarle parte del peso del hogar. Así, se deja de lado el valor de las jornadas laborales hogareñas y no refieren al reconocimiento de los que hoy son trabajos no remunerados, o bien los empleos con menores pagas y nulos derechos.

En Argentina, las mujeres que sufren los mayores niveles de desempleo superan el 10%, y son el foco de la precarización laboral. Ganan en promedio un 27% menos que sus pares, brecha que se amplía para quienes están precarizadas alcanzando un 40%.

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«La premisa de la mujer emprendedora que pueda dividir las tareas entre un trabajo ‘exitoso’ y la vida ‘personal’ reafirma la idea de que es ella quien debe hacerse cargo de las tareas del hogar mientras allana el camino para alcanzar al hombre en puestos de liderazgo»

 

Salud, educación y ciencia

Mientras tanto, el documento del W20 también propone garantizar «programas educativos e inclusivos mediante la promoción e inversión en iniciativas que fomenten la participación equitativa de mujeres y niñas en los estudios STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) y promuevan el cumplimiento de los derechos digitales y el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres», mientras resalta el libre acceso a internet de todas las mujeres, incluídas aquellas de zonas rurales. Este punto requiere de la presencia de un Estado que vele por la ampliación de derechos y desarmen las desigualdades de carácter socioeconómico a las que hoy están sometidas las mujeres.

Por el contrario, el recorte en políticas públicas como salud, educación, ciencia y tecnología que lleva adelante el Gobierno de Cambiemos, lejos está de velar por la inclusión de la mujer en áreas hasta el momento casi inaccesibles para ella. En ese sentido, la suba en las tarifas y alimentos, el recorte a las pensiones por discapacidad y la sumisión económica ante planes sociales insuficientes, tienen un impacto desigual porque recaen asimétricamente sobre las mujeres madres y jefas de hogar.

En cuanto a educación, la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) aún no se encuentra vigente en todas las escuelas del país y su implementación está siendo fuertemente atacada por instituciones conservadoras y religiosas. Por cierto, cabe destacar que en nuestro país se realizan cerca de 500.000 abortos clandestinos por año, y esta situación mata entre 150 y 300 mujeres anualmente, mientras que durante 2017, según un informe de Amnistía Internacional, una niña de entre 10 y 14 años quedó embarazada cada tres horas. Desde el organismo resaltaron que el número estaba relacionado con factores como pobreza, uniones tempranas, abandono de la escuela, violencia sexual, falta de educación, y ausencia de servicios de salud accesibles, además de la falta al acceso al aborto legal.

Violencia de género

En paralelo, desde la cumbre de empresarias se recomienda “proteger a las mujeres de toda forma de violencia, incluída la violencia online, por medio de fortalecer y asegurar el cumplimiento de las regulaciones, garantizar el acceso equitativo a la justicia, así como apoyar a los procesos internacionales que establecerán los estándares para «poner fin a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo».

A contramano, el gobierno macrista recortó la partida presupuestaria destinada a la prevención y erradicación de la violencia contra la mujer, y para el año 2019 el Instituto Nacional de la Mujer (INAM) perderá un 18% en cuanto a la inflación pronosticada para ese año, mientras que el Plan Nacional de Acción para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer tendrá una baja del 30% menos de lo establecido.

Derecho al trabajo

Es menester destacar la mirada biologicista del W20 que evita hablar del colectivo LGBTTTIQ. Argentina fue el primer país de la región en crear políticas como la identidad de género y el matrimonio igualitario. Sin embargo, las disidencias de género siguen en el lugar más postergado de la sociedad y los puestos laborales para travestis y trans en pocos casos llegan al 1% establecido por ley, y terminan en trabajos informales y de alto peligro integral.

Asimismo, hay que recordar que actualmente la Cámara de Diputados se encuentra trabajando sobre el proyecto de reforma laboral enviado por el Ejecutivo, cuyo texto reza: “Promover la liberación de las fuerzas de la producción y del trabajo de todos aquellos mecanismos regulatorios y fenómenos distorsivos que impidan el desarrollo de las empresas como comunidades productivas innovadoras, eficientes y competitivas”. La eliminación de la regulación del Estado prevé un mecanismo neoliberal de formas de producción nunca antes vistas en el país, mientras que se jacta de ser una reforma pensada para la igualdad de género.

@CarlaMartilotta

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