Desregulación de Papel Prensa: «Es muy claro que es una ley de Clarín y La Nación»

Sergio Ciancaglini, integrante de Revista MU, Cooperativa La Vaca y presidente de la Asociación de Revistas Culturales Independientes y Autogestivas (ARECIA), dialogó con el programa «Insurgentes», que se transmite por Radio Sur 88.3 sobre el escenario de la prensa gráfica en Argentina y cómo afecta la ley que regula la fabricación, comercialización y distribución de papel para diarios a las publicaciones autogestionadas.

– ¿Cómo afecta a las publicaciones autogestionadas esta nueva regulación?

– En realidad antes había una regulación que ahora deja de existir, con lo cual se le transmite a las propias empresas en este caso además se trata de una situación monopólica, el manejo y uso arbitrario de qué vender, a qué precio y cómo autovenderse. Está cerrando un círculo que se conoce mucho desde el momento que se crea Papel Prensa como una sociedad estatal con una intensión de favorecer la posibilidad de una industria nacional y llegamos a una situación que es Argentina que se percibe en el mundo, que es de concentración económica. Esto va a medida de tener toda la cadena de prensa gráfica, desde la producción, fabricación del papel, poner el precio, salir a vender y después los canales de distribución que también han tendido a concentrarse de un modo terrible. Todo ese sistema de distribución también está cada vez más concentrado y hay una tendencia a convertir a los kioscos más que en un lugar libre donde uno puede ir a elegir que le gusta leer o con que le gusta informarse, en una especie de góndola de determinados productos. Esto por supuesto se traslada al tema audiovisual, no creo que está contando nada nuevo.

En el año 2005 o 2006 en La Vaca hicimos un libro que se llamo «El fin del periodismo y otras buenas noticias» donde ya hablábamos de todo esto antes de que estuviera el tema de la ley de medios y demás, advirtiendo sobre esta tendencia que en este caso ni siquiera era un proyecto que el propio gobierno le mandó a los diputados, sino que lo mando Bossio ustedes saben. Esto sorprendió incluso a los oficialistas, es muy claro que es una ley de Clarín, de La Nación y de todo este esquema que es muy concentrador de la economía. Yo siempre me asombro porque Adam Smith, el padre de la economía clásica, estaría temblando con esto porque el siempre advirtió que si había algo que podía romper cualquier sentido genuino que uno quisiera darle al término liberalismo es justamente la existencia de estos monopolios, el hablaba de despreciable espíritu del monopolio, hablaba de los monopolios que hoy lo meterían preso por anarquista pobre Adam Smith frente a lo que está ocurriendo actualmente.

– En su alegato, el extitular de Anses minimizó el impacto de la crisis en los medios gráficos y adjudicó culpas al cambio tecnológico. Si es esto lo que afecta, ¿por qué se regula una ley aún más restrictiva para emprendimientos más pequeños?

– Que lo tecnológico es una advertencia me consta porque La Vaca nació como medio digital y después hicimos la revista MU pero nacimos como medio digital cuando nadie lo hacía. Somos tecnológicos desde antes que muchos de los que hablan de estas cosas. Cuando creamos la cooperativa y decidimos tener un medio de comunicación internet era una opción enorme y hablo del año 2000, 2001. No se si La Vaca afectó a los gráficos, yo lo que creo que todo enriquece, me parece que hay una especie de situación en la cual las nuevas plataformas y demás pueden ir enriqueciendo la capacidad que uno tiene de medios a través de los cuáles informarse. Lo que es cierto es que la prensa gráfica sigue existiendo, genera mucho trabajo, tiene cantidad de lectores. Solo en el caso de Arecia estamos hablando de 139 revistas, pero a la vez están todos los diarios cooperativos, los diarios del interior, las pymes periodísticas del interior, todas las cuales se ven afectadas por esto.

A quien afecta el tema de las redes es a los grandes monopolios y por eso están haciendo esto. Afecta a los diarios grandes que son cada vez más grandes, yo trabajé en Clarín cuando era grande en serio, hace veintipico de años vendía un millón de ejemplares en serio los domingos, hoy no llega a la tercera parte de eso. Esa crisis, que ellos son quienes más la sufren en el sentido de pérdida de sus ganancias extraordinarias, es lo que los lleva a este tipo de cuestión de robarle la posibilidad de existencia a más sectores. Esto es histórico en los medios de comunicación argentinos esa tendencia de querer eliminar al otro o cooptarlo. Tenerlo bajo su férula con el animo de simular que hay libertad de expresión. Donde si hay libertad de expresión, que es una palabra que tenemos que recuperar, es en este universo gigantesco de medios que es el que representa pluralidad de voces y genuina capacidad de libertad de expresión. Además la existencia de esos medios solo son explicables por el público. No son medios que dependan de operaciones políticas, ni de negociados, ni de nada por el estilo. Además son medios que en su gran mayoría no tienen fin de lucro y si tienen fin de generar trabajo y comunicación.

– Podría pensarse, que si el argumento es lo tecnológico, organismos como el ENACOM podrían llevar adelante políticas que vayan acompañando esta transición y no que la cercenen de tal manera.

– No se si es transición, no quisiera quedarme con la idea de que las revistas tienen que pasar a ser digitales. Yo creo que hay un público gigantesco y lo demuestra la cantidad de libros que se editan, que lo que quieren es el papel. Quiere el objeto porque creo que son mecanismos distintos de comunicación. No es una nostalgia por el libro o algo así, sino que es un tema técnico el libro es un artefacto insuperable para leer texto largos y una revista como MU o Cítrica, en la medida que traen investigaciones, el dispositivo tecnológico no te sirve tanto que si te sirve para otra cosa como enterarte de las noticias, ver los títulos, ver el clima. Siento que son complementarios en muchos sentidos. La gente quiere comprar revistas, quiere comprarlas. Si existen es porque hay público, hay medios que yo no se si existen por el público porque su ecuación económica es incomprensible si no es porque hay una operación política o un capital que los respalda atrás. En cambio los medios autogestivos, su única forma de explicar que existan es porque tienen un público y tienen pasión por comunicar. Yo creo que esos medios son totalmente complementarios a lo tecnológico y de hecho en Arecia hay cantidad de medios que son digitales. El punto es cómo evitar que el monopolio destruya desde la monopolización de la producción de papel, más la distribución de esos medios, mas la existencia de miles de medios en Argentina que tienen un valor crucial porque representan la genuina libertad de expresión y evitar que rompa fuentes de trabajo.

– Si bien consideramos que el Estado debe regular el precio del papel, sabemos que por ejemplo Página 12 compra papel en China ¿existen otras alternativas que no sea Papel Prensa?

– Claro en realidad las revistas en su 80% ya están desreguladas y tenés que recurrir a la importación de papel. Quedas a merced de un dispositivo de mercado para un producto que es cultural. La compra de papel en el exterior es lo que también funciona como pantalla para que internamente no exista esa regulación de papel. Desde Arecia nos afecta a varias integrantes de la asociación pero primordialmente y masivamente a los diarios que se imprimen en Argentina porque queda todo remitido a un solo canal de venta.