6 julio, 2015

Juan Schiaretti será el nuevo gobernador de Córdoba

Al cierre de esta nota, aun faltando el 22 % de las mesas por escrutar, se consagraba ganadora la fórmula peronista de Juan Schiaretti – Martín Llaryora, con un 38,5 % de votos, aventajando por 4 puntos y medio al 33,96 % Oscar Aguad – Héctor Baldassi, que representaba a la triple alianza entre el radicalismo, el PRO y el juecismo.

Al cierre de esta nota, se cargaban los datos de las últimas mesas que definirían al gobernador para los próximos cuatro años, y a los setenta legisladores provinciales. Aún faltando el 22% de las mesas por escrutar, se consagraba ganadora la fórmula peronista de Juan Schiaretti – Martín Llaryora, con un 38,5% de los votos, aventajando por 4 puntos y medio al 33,96% de Oscar Aguad – Héctor Baldassi, que representaba a la triple alianza entre el radicalismo, el PRO y el juecismo.

El tercer lugar quedó para la dupla kirchnerista Eduardo Accastelo – «Cacho» Buenaventura, con 17,84%, relegando al cuarto puesto a la propuesta del FIT, encabezada por Liliana Olivero y Hernán Puddú, que obtenía el 5,2%. Más atrás quedaron Eduardo Mulhall (Nuevo MAS, 1,5%), Raúl Gómez (MST, 1,5%) y Roberto Birri (PS, 1,46%).

A primera vista, si bien es una victoria clara de la lista de Unión por Córdoba (UPC), la diferencia con el segundo no es tan holgada como se preveía. Por su parte, la performance de «Córdoba Podemos», expresión local del Frente Para la Victoria, quedó muy lejos de las expectativas (y muy cerca de la cifra que históricamente sacó el kirchnerismo en la provincia). Por su parte, el FIT creció con respecto a la elección a gobernador de 2011.

En el distrito Capital, con un millón de electores que representan casi el 40% del padrón, se invirtió el resultado entre los dos primeros, otorgando una victoria de más de siete puntos al candidato radical Oscar Aguad, con 38%, sobre el 31% de Schiaretti. El kichnerismo bajó un punto en relación al resultado provincial, y se destacó una buena elección del FIT, con casi el 9% de los votos.

Asimismo, la elección puso en juego las 70 bancas de la legislatura unicameral. Este cuerpo parlamentario se compone por 44 legisladores por el distrito único provincial, y 26 por departamento, uno por cada uno de ellos. Si bien es necesario aguardar datos definitivos y precisos para determinar su composición para los próximos cuatro años, sobre todo en cuanto a los cargos por departamento, los resultados provisorios parecen dar algunas sorpresas.

La primera es que UPC arriesgaría su mayoría, la que conserva ininterrumpidamente desde la conformación de la Legislatura Unicameral en 2001 (tras la reforma constitucional promovida por José Manuel De la Sota). La escueta diferencia con el segundo (menos de 3%) en la votación para legisladores hace presagiar una victoria que puede no asegurarle la mayoría absoluta en la Cámara.

En comparación con la actual composición, el achicamiento del bloque del juecismo, el crecimiento de la bancada kirchnerista, y el aumento a dos bancas del Frente de Izquierda, serán otros cambios que arrojará la elección.

En el festejo de Unión por Córdoba se celebró la victoria, con el escenario político nacional de fondo. Mientras Schiaretti se adjudicaba el triunfo, agradecía los llamados recibidos de Mauricio Macri, Daniel Scioli, Carlos Zannini, y de la propia presidenta de la Nación, Cristina Fernández.

Con un discurso conciliador y aplacando los silbidos de sus seguidores hacia los contrincantes, dio paso a José Manuel De la Sota, a quien reconoció como el artífice de su victoria. El actual gobernador contrastó con el tono de Schiaretti, y afirmó: «Esta noche hay dos perdedores: Daniel Scioli y Mauricio Macri», alimentando así sus ambiciones presidenciales. En el fondo del escenario, el invitado Sergio Massa aplaudía, saludaba y sonreía, pero no hizo uso de la palabra.

En el búnker de la triple alianza cordobesa tomó la palabra Oscar Aguad, quien se resistió a aceptar la victoria peronista. Habló de un «empate técnico», solicitó aguardar resultados definitivos, y destacó que «ganando o perdiendo, hemos realizado una gran elección», resaltando el triunfo en Capital y en otros departamentos del interior.

Por su parte, Eduardo Accastello tuvo que afrontar un resultado por debajo de sus expectativas y debió dar respuesta a por qué obtuvieron menos sufragios de los esperados: para explicar los 16 puntos que lo separan del segundo puesto, apuntó a los indecisos que sobre la hora optaron por Aguad, y a un votante radical que no lo acompañó y se volvió a su partido tradicional.

Por último, desde el FIT se destacó el crecimiento de los votos obtenidos para el Ejecutivo provincial, mientras se celebró llegar a dos bancas en la legislatura manteniendo las esperanzas de dar un salto que les permita llegar al tercer legislador.

Así las cosas, el triunfo de Juan Schiaretti parece seguro, significando su segundo paso por la gobernación (el anterior en 2007-2011), y el quinto mandato consecutivo para su partido, que al culminar su próxima gestión, acumulará 20 años ininterrumpidos al mando de la provincia, desde la primera victoria de De la Sota en 1999.

Juan Santillan

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