Las mujeres en el deporte de alto rendimiento

No es novedad que el rendimiento deportivo implica, además del entrenamiento físico, técnico y táctico, un entrenamiento mental. En entornos de alto rendimiento deportivo esto se hace muy presente y aún más para las mujeres. La opinión de la arquera de la selección de handball Valentina Kogan y la psicóloga especialista María Julia Raimundi.

La proximidad de los Juegos Olímpicos hizo que este 2015 haya sido un año de torneos preparatorios y clasificatorios. Hace muy poco, la clausura de los Juegos Panamericanos en Toronto, dio una muestra anticipada. El sueño de ser deportista olímpico se puso en juego. Esos minutos clasificatorios de cada partido fueron una muestra de lo que es la performance en el contexto del alto rendimiento deportivo, y las exigencias que implica.

Y la preparación mental es distinta para varones que para mujeres. El deporte implica también una perspectiva de género. Algo que circula fuertemente y que puede ayudarnos a sintetizar las diferencias que rodean el tema, es pensar en el estereotipo de deportista. Cuando pensás a un deportista de alto rendimiento, ¿a quién te imaginás? ¿Es varón o es mujer? ¿Quién es el deportista argentino con más logros en la historia del deporte argentino: Lionel Messi o Luciana Aymar?

En Graves y Agudas (Radio Sur FM 88.3), la arquera de la selección argentina de handball, Valentina Kogan, dijo luego de la histórica clasificación para los Juegos Olímpicos de Río 2016, que si bien había imaginado y soñado ser deportista olímpica, vivirlo era lo que le faltaba.

Valentina cuenta sobre el presente del deporte en la Argentina: “La mayoría de los deportistas amateur tenemos otro trabajo”.

“Ahora el deporte argentino está mejor que nunca y eso hay que decirlo. Hay un ente que se llama Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), que se creó en el 2010, que permitió que tenga fondos propios. Un 1% de las cuentas por consumo de telefonía celular se destinan a ese ente. “Son esos fondos los que se usan para apoyar al deporte argentino de alto rendimiento”, agrega.

“Detrás de cada deportista”, comenta, “hay una historia de vida, de ‘viajo dos horas para entrenar en bondi’, ‘tengo que pedir licencia en el laburo para poder competir’, etc. Un montón de historias de sacrificio y dedicación a esto por amor”.

– ¿Se hace presente el estereotipo de género en mujeres deportistas de alto rendimiento?

– Yo tengo 35 años y soy la más vieja del equipo. Y eso tiene que ver con que llega una edad en que a la mayoría de las chicas les tira más conformar una familia, se casan, tienen otros proyectos y eso hace que el estereotipo de género se cumpla y tengas más hombres con más edad que llegan a desarrollarse en el deporte y nosotras nos quedamos en los 26, 27, 28… ya llegar a los 30 jugando es casi un milagro.

– ¿Es común que haya que elegir entre ser madre y ser deportista de alto rendimiento?

– A muchas jugadoras se les presenta esa elección, no como un plan macabro, sino por las cosas de la vida, que tal vez están de novias, están enamoradas y quieren casarse con esa persona y después del casamiento y llega el momento en que dicen “quiero ser mamá” o tu pareja quiere tener hijos, y decís, “lo postergo un par de años más” o quedás embarazada, y no podés hacer las dos cosas a la vez. Cuando querés retomar, ya perdiste el tren.

– Debe ser difícil la inserción para una deportista luego de una ausencia por maternidad.

– Sí y más en el alto rendimiento, donde lo que vos no hacés, lo está haciendo otro. La parte técnica son recursos que uno no pierde, aún cuando dejás de entrenar muchos años, con un poco de entrenamiento lo podés retomar, pero en alto nivel de exigencia física, el tiempo que no estás entrenando es tiempo que estás perdiendo.

– ¿Se da un trato distinto al deporte de varones que al de mujeres?

– Te doy un ejemplo actual: el año pasado DeporTV empezó a transmitir la liga metropolitana de handball, pero empezó por la masculina. Transmitir por televisión un deporte amateur, donde la gente paga su cuota de su club, era un logro. Tener esa difusión, tener tele, tener aire. ¿Y las mujeres? Dijeron: “No, las mujeres no, porque es medio aburrido, no está tan bien jugado, vamos a esperar a ver cómo funciona esto”. Y la Federación (de Handball) les respondió: “Les damos la transmisión si transmitís algún partido de mujeres”. Y se comprometieron a transmitir al menos un partido de la liga de mujeres.

Y hay dos visiones, la de “que bueno, transmiten un partido de mujeres” y la de “no tenemos el mismo trato que los varones, porque tendría que ser un partido masculino y uno femenino”. Entonces un poco se dividió la opinión entre esas dos cosas y una lo que termina aceptando es una especie de dádiva que gracias a Dios transmiten al menos algo.

– ¿Cuál es tu experiencia sobre cómo se vive el estereotipo corporal de la mujer en el ambiente del deporte de alto rendimiento?

– Escucho mucho “basta de gimnasio”, “me estoy poniendo como un toro”, “me crece la espalda”, “no puedo tener los brazos así”, “en la calle me dicen de todo”. Hay cierto complejo o sensación de quedarse afuera del mundo femenino por el desarrollo del cuerpo atlético.

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Para complementar esta mirada, la licenciada María Julia Raimundi, psicóloga y Máster en investigación en actividad deportiva de la Universidad de Málaga, España opina: “Se les pregunta a deportistas y técnicos qué porcentaje le otorgan a lo mental en el deporte y siempre dicen entre el 70% y 80%”.

“En deportistas de alto rendimiento”, completa, “se encontró que los varones se perciben con mayores experiencias de fluidez que se caracterizan por ser vivencias intensas de disfrute en la ejecución de una actividad, en la que uno está completamente absorto en lo que está haciendo, por el placer que le produce la actividad”.

“Es decir”, comenta la especialista, “que los varones fluyen más con el deporte que las mujeres”. Pero todo tiene una explicación: “Para tratar de interpretar esto, le prestamos atención a la cuestión contextual y vemos que el deporte de alto rendimiento es un ambiente más masculino, la prevalencia en deportistas es de varones”. “Esto tal vez se vincule con que los varones se puedan percibir a futuro como deportistas profesionales y tal vez no hay tantas oportunidades para las mujeres”, agrega.

Raimundi analiza que también hay un estereotipo de los deportistas, que son varones o que tienen cierta masculinidad “como si hubiera que ser un poco varonera”. “Incluso hay ciertos deportes más femeninos que otros y son los que tienen menos apoyo”, comenta.

Y por otro lado, existe además la cuestión del reconocimiento. La deportista más ganadora de la historia del deporte argentino es una mujer: Luciana Aymar.

Muchas veces los comentarios respecto al hockey son sexistas y no por ser el equipo más ganador en la historia del deporte argentino. Es más común escuchar «lo linda que les queda la pollerita» que lo grandiosas que son Las Leonas por todos sus logros deportivos a nivel mundial.

Sin intenciones de reducir el tema a una cuestión psicológica, no se puede desestimar el poder de la mente para el alto rendimiento deportivo y cómo las condiciones contextuales que los preparan para ese momento cúlmine de performance es distinta para mujeres y varones deportistas.

Un Juego Olímpico implica para muchos de los participantes poner en juego las habilidades construidas durante toda una vida, y eso se construye diferente siendo varón que siendo mujer. Se trata de no normalizar tras un estereotipo y apreciar la diversidad que nos ofrece la humanidad también en el deporte.

Mariel Gimenez – @marielgimenez, columnista en Graves y Agudas – @gravesyagudas

Foto: Víctor Carreria/Télam