Con nuevas tomas y movilizaciones, continúa el conflicto educativo en Córdoba

En la provincia de Córdoba, en un conflicto que alcanza ya su tercera semana, se extienden las tomas de colegios secundarios por parte de los estudiantes. Asimismo, se sumó un instituto superior del interior provincia, la Escuela de Bellas Artes de Cosquín.

La lucha se inició con la toma del colegio técnico Leopoldo Lugones, el miércoles 26 de agosto. Al día de la fecha, son ocho las instituciones educativas que se encuentran ocupadas pacíficamente por sus estudiantes: el ya mencionado Lugones, el Instituto Provincial de Enseñanza Media (IPEM) N° 38 «Francisco Pablo de Mauro», el IPEM N° 318 «Combate de La Tablada», el colegio «Deán Funes», la escuela Juan Amos Comenio de Barrio Villa Unión, el IPEM N° 325 «Manuel Belgrano» de Argüello Norte, la Escuela Normal «Alejandro Carbó» y la también mencionada Escuela Superior de Bellas Artes de Cosquín.

Por su parte, el IPEM 70 «Prof. Humberto Dionisio» y el Jerónimo Luis de Cabrera, se encontraban en estado de asamblea evaluando de qué manera incorporarse al proceso de lucha, mediante la toma de sus respectivos establecimientos.

En cuanto a las movilizaciones, la semana pasada tuvo lugar en Córdoba la segunda de ellas, protagonizada por estudiantes secundarios. La marcha se dirigió a la Casa de Gobierno de la provincia, con el fin de presentar los reclamos ante las autoridades.

Una vez allí, los representantes estudiantiles fueron recibidos por el ministro de Educación (y ex – secretario general del gremio de trabajadores de educación), Walter Grahovac. El próximo miércoles 16 de septiembre se realizará la tercera marcha, que además de las reivindicaciones por la infraestructura escolar, sumará la conmemoración de la «Noche de los Lápices».

Nuevos reclamos para viejos problemas

Las demandas de los estudiantes son variadas, pero en general se vinculan con problemas de infraestructura que llevan años sin ser resueltos. Muchos de estos problemas ya habían sido planteados en el «estudiantazo» del año 2010, cuando se desarrolló un largo conflicto que derivó en más de 30 instituciones involucradas en una lucha que incluyó tomas, movilizaciones y asambleas.

El conflicto parece agravarse con el correr de los días. Más colegios comienzan procesos asamblearios, visibilizando las carencias de la educación pública en la provincia de Córdoba, y desarrollando medidas de acción directa que, a la luz de los resultados, parecen ser la única forma de obtener soluciones. En paralelo, las movilizaciones crecen.

Educación en retroceso, estudiantes en marcha

La del miércoles pasado fue la segunda marcha organizada por los estudiantes en este conflicto. Duplicó la convocatoria de la primera, realizada una semana antes, y contó con el apoyo de padres y madres, docentes, organizaciones sociales, estudiantiles y partidos políticos.

Las principales consignas expresadas en la movilización fueron: mayor presupuesto para la educación; un plan integral de obras que incluya a todos los colegios; abajo las ley de educación provincial 9.870 (irónicamente caratulada como «anti-educativa», aprobada con represión en el año 2010 ante un amplio rechazo popular); y por una educación pública, laica, gratuita y de calidad.

A diferencia de lo ocurrido tras la movilización anterior, al finalizar esta marcha en la Casa de Gobierno los estudiantes, fueron recibidos por el ministro de Educación Grahovac. Según los delegados de los centros de estudiantes allí presentes, el funcionario abrió una mesa de negociación y se comprometió a formalizar, en los próximos días, un plan de obras según los ejes trabajados.

Pasan los días y los planes de obra prometidos parecen no llegar a los distintos colegios que formaron parte de la reunión. Ante este incumplimiento, los estudiantes continuaron organizándose y convocando a reuniones abiertas para discutir las próximas acciones a tomar. En este marco, la convocatoria del próximo miércoles promete ser más numerosa que las anteriores y las tomas probablemente se extiendan a otras instituciones. Lejos de solucionarse, el conflicto se prolonga y se profundiza ante la falta de respuestas, con el recuerdo del conflicto educativo del 2010 como telón de fondo.

Julia de Llamas, desde Córdoba