2 noviembre, 2015
¡Boca Campeón!
Ganó 20 de los 29 partidos que lleva disputado, empató 4 y perdió 5. Fue el que más ganó en el Torneo de los 30 equipos. Es el equipo más goleador con 48 goles. Y en 72 horas va a jugar la final de la Copa Argentina contra Rosario Central. Boca es un justo campeón.

No sale en la foto. No le gusta el flash. Su equipo tuvo malos momentos, erró cambios y en medio del quilombo, acompañó al vestuario al equipo rival. No faltó a la cita el que le criticó la derrota. Siguió laburando con perfil bajo, impuso una idea que por momentos batalla más de lo que juega pero tampoco se ve superada. Rodolfo Arruabarrena sonríe. Boca, el club donde se formó como jugador es campeón, y él es responsable.
Sale en todas las fotos. Lo hace porque dice no querer dejar a nadie sin ella “porque fui de los que lloraban si sus ídolos les decían que no”. Volvió y trajo a nuestros partidos un poco de lo que nos fueron robando. Lesionó a un rival, fue a lo de Fantino y se lleva todos los flashes porque Boca, el equipo en el que debutó y del que es hincha, es campeón y él, también, es responsable. Él es Carlos Tévez.
La Bombonera celebra, como un grito de desahogo, “¡Dale Campeón!”. Miles y miles se abrazan después de ingresar a su casa como si estuviesen cruzando la frontera por el Río Bravo. De esto el responsable es Daniel Angelici quien, según Juan Román, Riquelme, será el próximo presidente porque “tiene todo comprado” de cara a las elecciones que hay en el club de la Ribera el 6 de diciembre.
Ganó 20 de los 29 partidos que lleva disputado, empató 4 y perdió 5. Fue el que más ganó en el Torneo de los 30 equipos. Es el equipo más goleador con 48 goles. Y en 72 horas va a jugar la final de la Copa Argentina contra Rosario Central. Más allá del ingrato recuerdo con el que culminó su expedición en la Copa Libertadores, su primera fase fue de 18 sobre 18. Boca es un justo campeón.
Allí se abrazan Calleri con Lodeiro, laderos del hombre de Fuerte Apache. Lodeiro volviéndose a ganar su lugar en el equipo y convirtiendo el gol en el partido frente a River por el torneo en días donde los fantasmas de la Sudamericana y Libertadores se relamían en las sombras. Calleri, entre la fuerza y la sutileza, se erigió como delantero indiscutido, goleador del equipo con diez tantos. El que le hizo a Quilmes de Rabona y por arriba para poner en un cuadro.
Como cumpliendo con una profecía numérica, conoció la derrota en la fecha 13 luego del un arranque victorioso frente a Olimpo repitiendo frente a Temperley y Rafaela. Empates con Colon y Chicago se filtraron entre victorias, incluso frente a River, antes del gas y “la pavada celestial de la avalancha”.
Se sobrepuso a una derrota injusta e inesperada frente a San Lorenzo. Se venía River, otra vez River. Ya es historia. Le siguieron victorias frente a Argentinos, Banfield y Crucero del Norte. Antes del gol de Monzón, cuando se cerraba el primer tiempo, en el partido del domingo frente a Tigre, se había cruzado Racing como para agregarle una cuota de suspenso.
Con Orión en el arco, Colazo de lateral cumpliendo con creces, Tobio y el “Cata” Díaz, Peruzzi rememorando algunos pasajes de su mejor momento en Vélez. Gago y sus lesiones, lo mismo para Erbes aunque con mejor juego e importancia para el crecimiento del juego del equipo. Los pibes Cubas y Bentancourt jugando como en el patio de la casa. Meli y Pérez y sus pulmones de hierro. Ya no están Osvaldo, Torsiglieri, Carrizo y Burdisso.
Allí está Tévez levantando el trofeo. Allí están las calles vestidas de azul y amarillo. Allí está el Vasco Arruabarrena esquivando los flashes, queriendo llorar donde las lágrimas no se olvidan cuando viene la publicidad. Boca es campeón, ellos son los responsables.
Federico Coguzza – @Ellanzallama
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