19 diciembre, 2016
Formosa: 25 años de prisión a un ex gendarme por delitos de lesa humanidad
El Tribunal Oral Federal de esa provincia condenó a Horacio Domato a 25 años de prisión efectiva por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados seguidos de muerte. También ordenó una excavación en el predio de un centro clandestino de detención en busca de los restos de las víctimas.
Horacio Domato tiene 75 años. En agosto de 1976, cuando era segundo comandante de Gendarmería Nacional, fue destinado al área militar 234. Desde entonces, el centro clandestino de detención que funcionó en el Regimiento de Infantería de Monte N° 29 estuvo a su cargo.
La condena dictada por el Tribunal Oral Federal (TOF) de Formosa tomó en cuenta los 26 hechos de privación ilegítima de libertad, los 24 hechos de tormentos agravados y cuatro casos de tormentos seguidos de muerte, «todos ellos en concurso material entre sí y considerados como de lesa humanidad en el marco de un plan genocida».
El represor estuvo prófugo durante seis años. En diciembre del 2011 la Liga Argentina por los Derechos del Hombre denunció que seguía cobrando su sueldo como gendarme retirado en la ciudad de Córdoba. Uno de los trámites para cobrar su pensión consistía en presentarse ante la policía cordobesa para que le extendieran un certificado de supervivencia.
Cuando en mayo del 2012 fue detenido por una comisión policial que envió a la casa de su hija el Ministerio de Seguridad de la Nación, se presentó como un amigo de la familia. Los policías se hubieran retirado si no hubiera llegado su nieta de la escuela y lo hubiera abrazado diciéndole: «Abuelo». Hasta ese momento Domato se dedicaba al comercio del cuero y viajaba habitualmente a Asunción, capital de Paraguay, por asuntos de negocios. También se sabe que comía asados y compartía vida social con personalidades de la vida política formoseña.
Los jueces Angel Nardiello, Gabriel Vega y Hugo Decaria hicieron lugar a la pena solicitada por la fiscalía. Los representantes del ministerio público, Luis Benítez y Marisa Vázquez, habían afirmado en su alegato que para ellos se encontraba probado el “aporte esencial a la estructura represiva» de Domato. Su función era la de construir una apariencia legal a los secuestros mediante la instrucción de falsas causas penales. El ex gendarme cumplió funciones como instructor sumariante de las causas abiertas contra las víctimas del terrorismo de Estado por la comisión de presuntas “actividades subversivas”. Las confesiones eran obtenidas mediante la aplicación de tortura.
Entre las víctimas de Domato se cuenta el soldado conscripto Carlos Rolando Genes, quien fue acusado de “bailar con una subversiva en una fiesta”. Genes apareció suicidado en su celda del Regimiento de Monte N° 29. También se lo encontró responsable de la desaparición forzada de los militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores: Fausto Augusto Carrillo, Mirta Insfran y Ricardo Borgner, y del policía Luciano Ramón Díaz.
El documento leído por el TOF ordena «la excavación minuciosa de todo el sector denominado actualmente Cuerpo de la Policía Montada y Sección Canes de la Policía de la Provincia de Formosa, conocido como ‘La Escuelita’, con intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense, bajo la supervisión del Ministerio Publico Fiscal y las querellas, y la intervención del juez federal, a fin de procurar el hallazgo de restos humanos de las personas cuya desaparición fuera juzgada en el presente debate».
En otro párrafo los jueces agregan que “las penas impuestas, firmes que queden, sean cumplidas en establecimiento carcelario que tiene asignado para los ex integrantes de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”.
El próximo 16 de marzo se conocerán los fundamentos de la sentencia.
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