Santiago Marino: «Es muy difícil no ser cliente de Clarín»

Santiago Marino, doctor en Ciencias Sociales, magíster en Comunicación y Cultura y licenciado en Comunicación de la UBA, dialogó con «Maldita Suerte» de FM La Patriada para analizar la concreción de la fusión entre Clarín y Telecom anunciada esta semana.

– ¿Qué implica este acuerdo para Clarín en términos de negocio económico?

– Sin duda es muy beneficiosa para el grupo Clarín que en realidad ya tenía la confirmación porque trabaja con la política del hecho consumado y había empezado a tomar decisiones administrativas. Varios de los gerentes de Cablevisión ya habían pasado a Telecom.

Seguramente habrá un decreto que termine de encuadrar la situación, sobre todo para los competidores pero ‘Cablecom’ -o como se llame-, pero sí es una gran noticia para el grupo que termina el año recibiendo parte de la compensación que necesita por todo lo que ha contribuido al desarrollo de Cambiemos.

– ¿Concretamente con qué se quedó Clarín en esta fusión?

– Se quedó con toda la parte que controlaba de Telecom su ex o actual socio David Martínez de Fintech. Esto implica esa empresa y todas las subsidiarias que tenía para operar otros sistemas donde las más importantes son Arnet y Personal.

Si uno hace la evaluación ahora compone la empresa más grande de la historia de telecomunicaciones en nuestro país. Además en un juego donde Clarín ya estaba porque Cablevisión es uno de los principales proveedores de televisión paga y Fibertel de Internet.

– O sea que ahora todos somos clientes de Clarín.

– Cuando Pablo Llonto reeditó su libro La Noble Ernestina, en su prólogo planteaba eso. Que una persona se levantaba a la mañana y todo lo que hacía hasta la noche identificaba cuantas veces era cliente de Clarín.

Hay algunas opciones: si vivís muy al sur entonces tu prestador es Telefónica o tenés algún servicio de internet local. Pero sí, es muy difícil no ser cliente de Clarín.

– En la Ciudad de Buenos Aires es inevitable.

– Si, sin duda. Pero además esto tiene una implicancia económica muy significiativa. Los mercados como Argentina son pequeños, entonces al hablar de grandes conglomerados siempre nos referíamos a empresas de México o Brasil. Ahora tenemos uno de los grandes jugadores de la región.

– ¿Cómo juega esto en los medios de comunicación y el acceso a la información?

– Esto es muy fácil de entender si le ponemos números. La empresa que se acaba de fusionar va a controlar, a nivel nacional, el 42% de la telefonía fija. Uno podría decir que ya no se usa tanto, pero por ahí también te entra la banda ancha de internet. Estamos hablando de una compañía que tiene el 42% de la provisión de un servicio básico y central para la comunicación.

Además tienen el 34% del mercado de telefonía móvil y ahí hablamos de millones de líneas que reúnen con Nextel (que la habían comprado antes) y Personal.

Nuclean el 56% de las conexiones a internet por banda ancha. Es decir, de todas las casas que tienen internet más de la mitad son de Fibertel y Arnet. Y además tiene el 40% de televisión paga.

Uno podría decir que la convergencia dinamiza la competencia y entonces desde el 1ro de enero todas las empresas van a poder brindar todos los servicios. Bueno, primero que todavía falta ese decreto. Pero además, si yo corriera una carrera -que es lo que va a empezar a pasar-, me gustaría largar de una posición como la que larga Clarín.

En otro momento me preguntaban cuánto afectaba esto la producción de contenidos y me parece que ahora no va por ahí porque capacidad de producir hay. El problema es que los contenidos viajan por esa ruta de la cual ahora Clarín tiene gran parte de la propiedad.

– ¿Y eso puede afectar el acceso a la información de alguna manera?

– Depende de dónde vivas. Si vos vivís en Córdoba hoy estás jodido porque esos números suben al 90%. Entonces la competencia se cae y si no tenés plata no accedes.

Hoy el acceso a la información está mediado por el pago y por ahí sí pasa la cosa. El gobierno no concibe a la información en términos de derecho.

Los funcionarios que aprobaron la fusión están hablando de condicionamientos pero exclusivamente económicos. No hay ninguna concepción del derecho a la información en los condicionamientos que están planteando. No definen ninguno de estos servicios como servicio público que permitiría al gobierno establecer el precio y la calidad.

– Más allá de esta noticia en general ha sido un año histórico en el panorama mediático en el país ¿cómo lo analizás?

– Es un año muy negativo y cierra con una tendencia muy preocupante. Si te ponen en la obligación de marcar cuestiones positivas de la administración de Mauricio Macri en materia de comunicación se podría decir que oxigenó los contenidos informativos de la Televisión Pública. Me parece que es algo relevante.

Ahora, ayer renunció el director ejecutivo y todos sostienen que lo hizo porque se viene el ajuste. Y eso va a pasar también en los canales Encuentro, Paka Paka, etc. Además a eso se le suma la crisis de los medios comerciales donde les cuesta mucho monetizar lo que producen.

Y lo que sucede a nivel político. El presidente dijo hace unos meses en off que había que llenar un cohete a la luna con 500 personas que se oponen al cambio. Y el primer impacto que tuvo eso es que Horacio Verbitsky hiciera una página que se llama El cohete a la luna y ya no escriba más en Página/12.

El gobierno sostiene muchas veces que la tendencia a la concentración es un proceso integral y no sólo de Argentina. Eso es cierto y tengo una mala noticia. EE.UU. acaba de resolver eliminar la neutralidad de internet. Si eso sucede en nuestro país, Clarín con la capacidad que tiene para controlar el mercado podría discriminar la velocidad que le brinda a sus competidores como Netflix versus Flow por ejemplo.