América Latina

30 julio, 2018

Ecuador amenaza con quitarle asilo político a Julian Assange

En medio de una gira por España y Reino Unido, el presidente Lenín Moreno dejó entrever su intención de quitarle el asilo político al fundador de Wikileaks, Julian Assange, que permanece en la embajada ecuatoriana en Londres, y entregarlo a las autoridades británicas. Presiones de EE.UU. y posibles consecuencias de concretarse la medida.

En medio de una gira por España y Reino Unido, el presidente Lenín Moreno dejó entrever su intención de quitarle el asilo político al fundador de Wikileaks, Julian Assange, que permanece en la embajada ecuatoriana en Londres, y entregarlo a las autoridades británicas. Presiones de EE.UU. y posibles consecuencias de concretarse la medida.

Ante una pregunta de un periodista español sobre la situación de Assange, Moreno respondió que “tendrá que dejar en algún momento la Embajada de Ecuador”, aunque aclaró que “esa salida se tiene que dar mediante conversaciones entre los gobiernos de Ecuador e Inglaterra”.

El mandatario también sostuvo que se trataba de un problema heredado y dejó en claro su postura ante la figura de Assange: “Jamás he estado de acuerdo con las actividades que realiza al intervenir correos privados de la gente por más valiosa que esta sea”.

Por su parte, el ex presidente Rafael Correa, quien otorgó el asilo político al periodista australiano en 2012, se refirió al tema en declaraciones a RT en Español: “Me temo que los días de Assange en nuestra embajada están contados”.

Correa criticó a su succesor en el cargo al sostener que “ni siquiera conoce el caso Assange, lo reduce a un ‘hacker’ que intervino correos privados”, y agregó que “habla de diálogo pero está todo acordado con el gobierno de Washington”.

En este sentido, las declaraciones de Moreno tienen lugar poco tiempo después de la visita a Ecuador del vicepresidente norteamericano, Mike Pence, con quien mantuvo reuniones en las que “acordaron mantener una estrecha coordinación sobre posibles próximos pasos en el futuro”, según los voceros de la Casa Blanca.

Lenin-Moreno-Mike-Pence
La visita de Mike Pence al país latinoamericano, además, abordó temas como la economía, el comercio, la seguridad y la migración.

Antes de que Pence emprendiera su gira por algunos países de América Latina, entre ellos Ecuador, un grupo de senadores del Partido Demócrata le solicitaron por medio de una carta que presione a Quito sobre su decisión de continuar dando asilo político a Assange.

Operativo desgaste

En sintonía con el realineamiento político de Moreno con los intereses norteamericanos y su intención de distanciarse de Correa, el tratamiento del caso Assange sufrió un viraje que se hizo cada vez más explícito. En febrero de este año, el actual presidente se refirió públicamente al asunto como “una piedra en el zapato”.

Por ese entonces, Moreno también aseguraba estar en contacto permanente con la embajadora de Reino Unido en Ecuador, Catherine Ward, con la intención de encontrar una solución al tema para que “el señor Assange proteja su vida, pero pague por el error que cometió”.

En marzo, con el argumento de incumplir un compromiso de no intromisión en asuntos de Estado, el gobierno dispuso la suspensión de todo contacto del activista con el exterior, medida que incluía tanto las llamadas como internet, un insumo vital para el mantenimiento y actualización del portal Wikileaks. Como si esto fuera poco, en mayo se le retiró la seguridad adicional con la que contaba por cuestiones presupuestarias.

Consecuencias

Si finalmente Ecuador le revoca la protección diplomática, a Assange le esperan varios escenarios posibles. El más leve es que, apenas salga de la Embajada en Londres, sea capturado de inmediato por la policía británica por violar las condiciones de fianza en la que se encontraba en 2012, lo que demandaría tres meses de cárcel y una multa.

En el peor de los casos, una vez a disposición de las autoridades británicas, EE.UU. puede solicitar un pedido de extradición para que sea juzgado por traición, e incluso condenado muerte por difundir documentos confidenciales sobre las guerras de Afganistán e Irak, mediante los que reveló el asesinato de decenas de miles de civiles a manos del ejército norteamericano.

Leonardo Casciero – @leocasciero

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