Batalla de Ideas

6 agosto, 2018

Conquistar un derecho para construir otro futuro

Por Sol de la Torre. ¿Por qué es importante la lucha por el aborto legal? Seguramente a lo largo de estos años hemos ido ensayando respuestas a preguntas similares. Todas nosotras podríamos aportar distintos elementos para construir una respuesta nutrida de argumentos. Pero principalmente nutrida de la idea fuerza de que otro futuro es posible para las mujeres en Argentina.

Por Sol de la Torre*. ¿Por qué es importante la lucha por el aborto legal? Seguramente a lo largo de estos años hemos ido ensayando respuestas a preguntas similares. Todas nosotras podríamos aportar distintos elementos para construir una respuesta nutrida de argumentos. Pero principalmente nutrida de la idea fuerza de que otro futuro es posible para las mujeres en Argentina.

Nosotras no peleamos sólo por una ley. Luchamos por una sociedad más libre, donde las mujeres seamos las protagonistas de nuestras vidas. Una sociedad donde las mujeres y cualquier persona con capacidad de gestar dejemos de ser concebidas como “instrumentos para garantizar la reproducción de la especie”.

Luchamos por el acceso a la salud pública, gratuita y de calidad. Por la maternidad elegida, o como preferimos llamarla, la maternidad feminista. No queremos más violencia obstétrica, queremos partos respetados. Luchamos por Educación Sexual Integral en todas las escuelas, públicas y privadas, en las escuelas nacionales y provinciales, en las del centro y principalmente en las de las barriadas. Luchamos por nuestro derecho al goce.

Esta es una lucha incansable que nos antecede, y que nos va a trascender. Nosotras sabemos que esta pelea no culmina con la aprobación de la ley. Todavía estamos transitando el comienzo. Un comienzo en el cual prefiguramos el mundo que soñamos. En Argentina las mujeres estamos haciendo historia, no es un eslogan, es una realidad. Somos ejemplo para otras mujeres de todo el continente, somos un faro que ilumina caminos en plena oscuridad.

Las pibas llevan los pañuelos verdes en sus mochilas, en todas las familias se habla sobre aborto, la sociedad ya está preparada para el aborto legal. Pase lo que pase el miércoles, nosotras ya ganamos. Se apruebe o no la ley, nosotras tenemos motivos por los cuales seguir en pie de lucha: la efectiva aplicación; o el trabajo previo para un nuevo debate y la aplicación del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE), a partir del fallo FAL, en todas las provincias. En ambos casos, tendremos que seguir tejiendo redes. En cualquier caso, nosotras, tendremos que seguir presionando al Estado para que garantice nuestros derechos.

El feminismo está atravesando uno de los momentos de mayor interpelación social, cultural y política. Es capaz de interpelar a mujeres, disidencias sexuales y, con mayor dificultad, hasta a los varones. El ser feminista es una identidad capaz de superar generaciones y clases sociales.

No creo que sea casualidad que el momento de mayor auge del feminismo en nuestro continente, coincida con una fuerte ofensiva neoliberal de los gobiernos. Las políticas neoliberales nos afectan especialmente. Por es que el Feminismo en general, y el Feminismo Popular en particular, tienen un claro rasgo opositor a las políticas neoliberales. Es por eso que el neoliberalismo encarnado en los ricos y la derecha argentina están intentando disputarnos el feminismo, intentando construir una suerte de feminismo liberal. Pero lo cierto es que el feminismo es revolucionario. Se propone acabar con la desigualdad y la única forma de lograrlo es acabando con el sistema político, social y económico de explotación. El feminismo y el capitalismo no pueden ir de la mano.

La injusticia del capitalismo, entonces, afecta en mayor medida a las mujeres. Es por ello que somos quienes protagonizamos los movimientos más dinámicos de resistencia. Con esta terrible fuerza que resiste y construye debemos afrontar la construcción de una ofensiva antineoliberal. El feminismo popular es hoy la herramienta que mejor dialoga con la construcción de poder popular. Ese poder que se pinta de verde y juventud con la marea por el aborto legal.

Parafraseando a Allende, en la Argentina del Siglo XXI ser mujer joven y no ser feminista es una contradiccion hasta biológica.

A diario nos hacemos la pregunta más difícil de responder ¿Se va a caer? Sinceramente, yo no sé si será pronto o dentro de mucho tiempo. Pero se tiene que caer. El mundo que soñamos no es posible mientras existan el capitalismo y el heteropatriarcado.

Sueño con la revolución, y estoy segura que para que ocurra las pibas tiene que estar al frente. A partir del tremendo movimiento tectónico que implica para el sistema político argentino la pelea por el aborto legal, lo que nos toca pensar de acá en adelante es cuál es el rol de las pibas que ganaron las calles en estos meses.

Haciendo el ejercicio de imaginarme el movimiento de mujeres dirigido por las pibas, me imagino la renovación del Encuentro Nacional de Mujeres, un encuentro del siglo XXI. ¿por qué no, un Encuentro Plurinacional de Mujeres?

A las colectivas feministas y las organizaciones populares nos toca el desafío de transformar esa rebeldía joven, en rebeldía joven organizada por un proyecto de país. Cada nueva generación que se va formando liberada de opresiones, criada en la crítica y la construcción, es la esperanza de que nuestro sueño sea realidad. De acá en más se viene el momento de las pibas. La irreverencia como bandera. No queremos más dinosaurios digitando el futuro de nuestro pueblo. Queremos pibas construyendo poder contrahegemónico.

El futuro está en nuestras manos. Con Rebeldía, Compromiso, Vocación y Amor vamos a transformar todo lo que deba ser transformado. Nos necesitamos Juntas, Compañeras, Sororas, Alegres y Fuertes.

* Referente de la colectiva Mala Junta – Patria Grande

Foto: Trinidad Mele Helguera.

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