Santa Fe: fueron detenidos y torturados por ser homosexuales

En la madrugada del lunes 25 de marzo en la localidad de Santo Tomé, en Santa Fe, dos jóvenes fueron avanzados en su casa por nueve policías sin ningún fundamento más que tener un auto con los vidrios polarizados. Al negarse a abandonar su vivienda, fueron detenidos y torturados por cuatro horas aproximadamente. Los abusos por parte de la policía aumentaron al corroborar que se trataba de una pareja homosexual.

Alexis y Nahuel, quienes fueron detenidos sin ninguna orden judicial, tuvieron que soportar todo el peso del abuso policial sólo por ser “sospechosos”. Los golpearon fuertemente, incluso sabiendo que Alexis tenía una discapacidad -luego de un accidente tiene un acrílico en la cabeza y una cirugía en el vientre- y que su vida corría riesgo debido a los maltratos.

Según lo que relataron a la agencia Presentes, todo empeoró cuando Alexis le dice a su pareja “quedate tranquilo, mi amor”, en el medio de las patadas y golpes por parte de estos. Se burlaron de su condición sexual y la tortura se incrementó de manera exponencial: los agarraron de los testículos retorciéndoselos e introdujeron sus dedos en el ano de los chicos, acompañado de una constante violencia verbal y simbólica.

Alrededor de las 5 de la madrugada frenaron los golpes y fueron trasladados a distintas dependencias policiales y luego al hospital José María Cullén en Santa Fé. A pesar de que los jóvenes presentan severos traumas en todo el cuerpo y de su crudo relato, el jefe de la unidad regional I, Ricardo Motta, dijo en conferencia de prensa que los testimonios de Alexis y Nahuel no concordaban con el relato de los policías y, por lo tanto, dio la orden de no removerlos de sus puestos de trabajo.

“Inicialmente es nuestro deber institucional basarnos en lo actuado, en lo que cada uno de los efectivos que ha participado en el procedimiento ha declarado”. Dejando en claro que las denuncias de los civiles poco importan contra la palabra de un efectivo policial. A pesar del intento de encubrimiento por parte de Ricardo Motta, seis de ellos fueron detenidos y al menos otros nueve están siendo investigados pero continuarán en libertad.

Los dos jóvenes se reunieron con el subsecretario de Diversidad Sexual, Esteban Paulón, y el subsecretario de Derechos Humanos, Publio Molina, en la Casa LGTBI de la ciudad. Allí, los funcionarios les dijeron a los medios que estaban presentes, que iban a luchar para que esto no suceda más, y que no hay justificación alguna para el accionar que tuvieron las fuerzas policiales.

A 43 años del golpe de estado cívico, eclesiástico y militar que sucedió en nuestro país, siguen ocurriendo estos hechos en donde jóvenes son llevados a la fuerza por la policía y torturados. Luego de un intenso debate en las redes acerca de las disidencias y su forma de marchar el 24 de marzo – draggeados, bailando y haciendo performances- no queda duda alguna de que el simple hecho de mostrarse por fuera de los roles hegemónicos, es una señal de lucha contra esa policía que históricamente los violentó y lo continúa haciendo, sólo por ser como son.

La memoria es esencial en estos tiempos, más aún cuando la policía y estos actos de odio cuenta con mayor libertad gracias al respaldo del gobierno, tanto en Argentina como en otros tantos países de América Latina. Sin embargo, no cabe duda que el crecimiento de los movimientos feministas es irrefrenable -acá y en el resto del mundo- y que disputarán todo lo que deba ser cambiado. Los casos de “abuso de la fuerza policial” tienen que tener los días contados.

Macarena Aspiroz – @macaspiroz