Cultura

6 febrero, 2021

Bob Marley: el nacimiento de una leyenda

Un repaso por la vida y obra del ícono del reggae y el movimiento rastafari que nació un día como hoy de 1945.

Si pensamos en Sudáfrica, lo asociamos con Nelson Mandela y la lucha contra el apartheid. Si detenemos nuestra mente en la India, asociamos a ese país con Mahatma Gandhi. Al concentrarnos en la isla caribeña de Jamaica, un nombre salta por delante de cualquier otro: Bob Marley, ícono de la música reggae y el movimiento rastafari.

El 6 de febrero de 1945 nació Robert Nesta Marley Booker, en Nine Miles, un pueblito del centro-norte jamaiquino. La paz y la libertad fueron sus tópicos principales en las canciones que dieron a conocer el género y el movimiento en todo el mundo.

Las rastas y el uso sacramental de la marihuana son los elementos visibles de esta religión y cultura nacida en África en la década de 1930. Marley, al igual que el resto de las personas rastafari, consideraba que quienes pertenecen a la etnia negra, son descendientes de los antiguos israelitas. En el centro de sus creencias se encuentra la figura de Haile Selassie I, emperador de Etiopía y último supuesto descendiente del rey Salomón.

Selassie tenía la misión de liberar a la gente de ascendencia africana del mundo conduciéndolos a una tierra prometida llena de emancipación y justicia divina, llamada «Monte Sión».

Desde muy pequeño sufrió los prejuicios racistas de la familia de su padre y de los afrojamaiquinos que se burlaban de él por ser mulato. Estas situaciones, según algunos biógrafos del artista, lo llevaron a difundir por el mundo un mensaje paz, tolerancia e igualad.

En la década de los ’60, con tan solo 15 años, formó la banda Wailing Wailers (Gritos de Protesta) junto a Bunny Wailer y Peter Tosh, otro de los grandes del género. En 1962 James Chambers, un cantante de reggae jamaiquino conocido como Jimmy Cliff, presentó a Bob Marley un productor y grabaron su primer disco: Judge Not.

Con The Wailers (el nuevo nombre de Wailing Wailers), Bob inició una era de protesta social pacífica a través de la música en la década de los ’70. La mítica banda tuvo gran aceptación en Gran Bretaña y EE.UU., países convulsionados por ese entonces con conflictos raciales, dieron una cálida bienvenida a la música del rasta.

Temas como «Get up, stand up», «I shot the sheriff» o «Duppy conqueror» fueron los singles que posicionaron a este artista en la escena mundial.

El disco de 1974 Natty Dread parió clásicos como «No Woman No Cry» y «Revolution». Pero Peter y Bunny dejarían la banda un año después y el conjunto musical pasó a llamarse «Bob Marley & The Wailers».

Mientras tanto Jamaica era un hervidero. La guerra civil llenaba de violencia las calles del país. En ese contexto, Marley recibió un disparo que le produjo heridas leves, mientras llevaba adelante un concierto «por la paz».

En 1978, el músico viajó por primera vez al continente africano, más precisamente a Kenia y Etiopía.

Su fama ya era mundial y en la década del ’80 subió al escenario en la ceremonia oficial de independencia de Zimbabwe frente a 80 mil personas.

Marley, además de padre del reggae, era un fanático del fútbol. “El fútbol es una habilidad en sí misma. Todo un mundo; un universo por sí solo. Yo lo amo, porque debes tener la suficiente destreza para jugarlo. ¡Libertad! ¡El fútbol es libertad!”, afirmó una vez antes de jugar un partido.

Fue jugando este deporte cuando, a raiz de un pisotón, descubrió que tenía cáncer. Había que amputar, debido a un melanoma maligno, pero el músico se negó: los rastas no pueden quitarse ni una mínima parte de su cuerpo.

Considerado una leyenda en todo el mundo, falleció el 11 de mayo de 1981, abocado a que su música fuera una herramienta de paz y libertad para la humanidad.

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas